Una compañía del sur de California ha creado Liquipel, uno de los inventos más revolucionarios para smartphones. Se trata de un protector químico, fabricado a base de diminutas nanopartículas, que aísla los circuitos y otros componentes de los teléfonos móviles de cualquier líquido que pueda caer sobre el aparato. De este modo, aseguran haber conseguido que uno de los accidentes más comunes con cualquier 'gadget' -que se moje- deje de ser una preocupación para los usuarios. Según sus creadores, el terminal sigue funcionando normalmente aunque se caiga a una piscina o a un río.
La nueva invención nanotecnológica no se trata de una carcasa o un protector físico, sino de un tratamiento que aplican al teléfono solamente en la propia sede de la empresa Liquipel. El aislamiento del teléfono tiene un coste que oscila desde 47 hasta los 62 euros dependiendo del tipo de transporte por el que se envíe el dispositivo a las oficinas y por el que sea entregado de nuevo al usuario. Dispositivos de HTC, Motorola, Apple y Samsung son los que, por el momento, puede recibir este tratamiento.
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